La mañana del 28 de julio llegamos a los pies del Cerro del Tamboril. Nuestra agenda era: subir a la cima, ver y fotografiar las trincheras del bando republicano y después unirnos al grupo de voluntarios de Alfanevada, para ver in situ como es su trabajo diario y compartir los conocimientos adquiridos durante todo este periodo. El grupo estaba emplazado en la otra cara del cerro.
Nada más subir, nos encontramos con varias decenas de colmenas. La apicultura es un trabajo milenario, pues aquí en el Parque de la Sierra de Huétor, la recolección de la miel, fue y sigue siendo en la actualidad una fuente de ingresos.
El ascenso en los últimos metros era cada vez más dificultoso, debido a la pendiente que era más pronunciada a medida que nos acercábamos a la cima.
Pocos metros antes de llegar a la misma cima,
nos topamos con las primeras trincheras.
Este es el punto más alto del Cerro del Tamboril,
éste se encuentra a unos 1.591 m. de altitud.
Las vistas desde el cerro eran espectaculares. Podemos ver la Cuerda de la Gallega, con sus tres picos de más de 1.800 metros de altura y entre ellos, el que más destaca, el Majalijar con 1.878 m. de altitud.Estas construcciones que pudimos ver,
pudieron servir para viviendas de los combatientes.
Y estas otras, eran trincheras defensivas.
O este otro tipo de construcción.
Una cueva artificial defensiva de unos pocos metros de profundidad.
Foto del grupo en la cima del cerro.
Llegamos al campo de trabajo donde se encontraban los voluntarios.
Aquí podemos verlos adecentando las Trincheras.
Aquí podemos verlos adecentando las Trincheras.
Trinchera en primer plano y voluntarios haciendo un pequeño descanso.
Esta cueva artificial con una galería de unos cincuenta metros. Nos cuenta uno de los monitores, que esta excavación tiene otra salida en la otra cara del cerro.
Aquí estamos atendiendo a las interesantes explicaciones de uno de los monitores sobre las diferentes construcciones de la Guerra Civil, que se encuentran enclavadas por todo nuestro Parque.